En el pago "Los Villares" hay restos romanos y en el "Labajo el Nudo" restos medievales. La iglesia fue construida sobre una primitiva fortaleza. La construcción actual es mudéjar.
A unos 77 kilómetros de Valladolid, en una zona totalmente llana, avenada por el río Zapardiel e inscrito dentro de la ruta del mudéjar se encuentra Muriel, en árabe muro pequeño y lugar de parada obligatoria debido a la interesante arquitectura y costumbres que presenta.
Esa arquitectura se ve reflejada tanto en su caserío como en la espectacular Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, declarada Monumento Nacional, de estilo románico-mudéjar del siglo XII, donde sobresale el triple ábside de la cabecera. Al exterior se presenta decorado con arquerías ciegas realizadas en ladrillo. En su interior, un artesonado mudéjar de par y nudillo cubre sus tres naves. Merece la pena fijarse en un sagrario del siglo XVI, un órgano barroco y diversos objetos cedidos por el Licenciado Henao, Regente de Sevilla y Oidor del Consejo de Indias en el siglo XVI, cuyos escudos se muestran en dos bancos de piedra situados a los pies del templo. Destaca esta iglesia por su necrópolis, considerada como una de las más importantes de España, que cubre el suelo de la misma y uno de las laterales, saliendo incluso del edificio a las tierras anexas en los jardines de los alrededores. Ajena al templo, se encuentra la torre. Puede ser visitada de lunes a viernes, concertando visita los sábados y domingos en el teléfono +34 983 815 036.
A las afueras está la Ermita de San Roque.
Muriel de Zapardiel, celebra dos festividades , por San Juan, el 24 de junio, y por San Roque, del 14 al 19 de agosto. Durante las primeras, no faltan las verbenas, las hogueras al santo ni la tradicional queimada. Durante San Roque, de mayor popularidad, el cartel de festejos se completa con diversos campeonatos, verbenas, grandes chocolatadas, actos religiosos donde las procesiones son acompañadas por grupos de dulzaineros o una atractiva paellada para todos.
Sus habitantes todavía siguen manteniendo viva su propia gastronomía, basada en los tradicionales cochinillos y corderos, unas riquísimas sopas de ajo o una apetitosa caldereta.
Sus habitantes todavía siguen manteniendo viva su propia gastronomía, basada en los tradicionales cochinillos y corderos, unas riquísimas sopas de ajo o una apetitosa caldereta.